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Quienes somos?

Hola! Soy Sofia. Tengo 26 años y estudio Farmacia.

Soy emprendedora desde que nací, amo los negocios. A los 6 años ya ayudaba atendiendo en la farmacia de mi mamá, ni hablar de ser la cajera en el minimercado de mi papá, era mi trabajo soñado.

Siempre tuve en claro que quería vivir de esto, la atención al público. Hoy de una manera más reversionada, donde las redes sociales se llevan todas las miradas.

Amo Instagram, me declaro adicta. Un día me pregunté “Che, ¿y si le saco provecho?” allá por junio del 2019.

Y así fue como nació este emprendimiento. No me costó mucho pensar el nombre, quería algo que me identifique. “La capital de Bulgaria es Sofia” pensé, y no dude más. Armé el primer logo en Canva, abrí el Instagram y empecé a seguir gente.

“¿Qué vendo?” resonaba en mi cabeza. Me acordé que días anteriores había estado buscando ruanas y no encontré. Sin buscarlo, me choque con una necesidad para el negocio.

Hice el primer pedido (por Instagram, a una chica random). 10 ruanas a $2700 (con el miedo de que no llegaran, no gustaran, o no se vendieran). Despues de 10 dias, finalmente llegan. Convencí a mi hermanito de 12 años que me saque fotos posando (me creía pampita) y las subi ese mismo dia a instagram. Me las volaron de las manos, si duraron 30 minutos fue mucho. Y pensé “fua, voy a tener que pedir 20”. Me las volaron nuevamente. Y así hasta que finalizó la temporada de invierno.

“¿Ahora que vendo?” me empecé a preguntar. Me mandé al rubro de la marroquinería, soy fan de las carteras. Invertí todo lo que había ganado en las ruanas. Le compré a otro contacto de Instagram. Me estafaron. Impotencia, enojo y tristeza, fueron algunas cosas que sentí. Pensé en dejar todo y listo, de todas formas era un hobby para mi. Por suerte desistí esa idea, lo tomé por el lado de que “de todo se aprende” y seguí mi camino.

Aprendí a ver más los perfiles de Instagram, los comentarios, los seguidores, los likes, las fotos donde los etiquetan, historias destacadas de testimonios, etc.

Me levanté de ese tropezón y empecé a pensar como seguir este emprendimiento. Di con las bikinis y lencería, donde hoy es nuestro mayor fuerte. Empecé trayendo solo por encargue, y hoy contamos con más de 5000 artículos en stock. Siempre apostando a más, a seguir creciendo.

Hace ya 3 años dejo de ser un hobby, y se convirtió en mi trabajo. Trabajo que amo, en donde muchos días pierdo la cabeza (como la mayoría de los emprendedores), pero cada noche siento la satisfacción de tener lo mío propio, donde nadie me regalo nada y solo yo forje mi camino.

Soy agradecida, porque nada de esto sería posible sin todas las clientas que han pasado por Bulgaria. Desde la primera hasta la última, GRACIAS!

¿Qué a donde voy? Aspiro a tener mi marca propia, sueño con el día de mañana ver a todas mis clientas con una bikini Bulgaria. El cielo es el límite, y allá vamos.

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